[Carta en respuesta a otra titulada Plaza de Bastille en la que me contaban cosas de allí ]
Aquí, ayer te escribía una carta y en el segundo párrafo la dejé. Te contaba que nos habíamos marchado porque eso lo iba a acaparar ciertos partidos minoritarios que su única pretensión era la usura del voto. Se leyeron las propuestas de Sol, que son insuficientes a más no poder. Hablaba en primer lugar de reforma de la ley electoral, luego de otras reformas que por no entrar a cosas importantes no decía ni siquiera nada ni de la fascista Ley de Partidos (una ley que pueden utilizar para ilegalizar lo que sea, no sólo a supuestos pro-etarras). No decía nada de la necesidad de democracia directa, votar lo que nos atañe día a día de forma directa, sin que nos represente nadie, no que sólo podamos depositar nuestro cheque de confianza en hijos de puta (lo siento, pero no me aguanto el insulto, es lo que son oportunistas y aprovechados con unos límites bien definidos). No decía nada de rechazar el sistema económico de mercado, con lo que dicen lo que es competitivo, efectivo y con lo que mantienen lo que está montado que nos limíta y ahoga día a día. Hablaba de políticos, bueno, sólo de los dos partidos mayoritarios, no de todo el establishment de fuerzas económicas que realmente mandan en este mundo. Si no dices que es eso lo que hay que rechazar y plantear una alternativa, ¿qué ofreces entonces de diferente que plantee cambio real? No hablaba de trabajo siquiera, joder, de plantaer una organización diferente y comunal en la que trabajemos para nuestra vida, no para dar rendimiento económico a todos esos chorizos que se corean, porque quien roba no son sólo los políticos, es igualmente corrupta la puta usura, y que se explote a la gente por sueldos de mierda, que no haya estabilidad ninguna para desarrollar tu vida, que con el fruto de nuestro esfuerzo se potencie una vía de desarrollo en la que machacamos más y más a quien no está en su modelo de grandes empresas con macrointereses económicos, igual que se potencian cultivos no naturales, que se afianza todavía más la necesidad de grandes distribuidoras que especulan con los precios, igual digo, quien contrata barato son determinados niveles económicos. No es que no se aplique bien la ley, abstracta y por definición justa en el planteamiento de los ingenuos,, es que sus leyes crean esta realidad. Debemos quitarnos esas ingenuidades de raíz, siendo bobos seguiremos siendo lo que somos. Es el gran problema, que esas propuestas no hablan nada de vida real, que es por lo que se acerca la gente, no plantean alternativa, sólo pequeñas modificaciones que en su grueso ni siquiera se harán. No se tiene la coherencia de pensar que un estado no va siquiera a desprivatizar mientras sea miembro de organizaciones que defienden el libre mercado y la libre competencia (bonita terminología la que utilizan), joder, que los intereses son los que son, no seamos bobos. ¿Qué más me da a mí la iglesia si quienes me putean son otros? No se decía siquiera de eliminación del ejército.
Lo que se necesita es reivindicar una distribución de recursos y medios nueva, que sea equilibrada. Lo que se necesita es una administración local y no global, donde no quepa la puta usura ni el exceso. Quien piense en el problema de los recursos estratégicos, que vea que obviamente se necesita una administración nacional, pero regida y controlada directamente por el pueblo, dejarlo en las mismas manos sería seguir con la misma historia. En cualquier caso, se necesita una organización local y una participación activa. Cambiar la forma de vida, sencillamente. Quitarnos de las tutelas, desechar la mentalidad de mercado y de consumo. Crear todo esto como real y paralelo, demostrando que es una alternativa posible, fértil y libertaria. Hay experiencias en el mundo actual y en la historia, incluso de nuestro país, no partiríamos de cero, no sería improvisación ni azar. Pero la cuestión es si la gente quiere apostar realmente por vivir su vida de otra manera y salir de la comodidad occidental.
Te digo que me fui sintiendo rabia, y lo peor es que se veía en mucha gente ganas de cambiar, que directamente no confía en las medidas de siempre, que sabe que esas sí son viejas medidas. Que la gente no se asustaba cuando se decían ciertas cosas, que no te llamaban radical. Es eso lo peor, que es un momento interesante y se va a malgastar. Que esa gente que se ha acercado, unos hablando, otros escuchando solamente, pero con expectativas de que se ofrezca algo bueno, no por diferente, sino por serio, más serio que toda la mierda que les venden y que están hartos de soportar, porque somos muchos los que vemos que se ríen en nuestras caras, que toda esa gente que se ha acercado se va a ir defraudada. Se va a ir defraudada.
